Rosario para Restauracion Matrimonial

ROSARIO DE JACULATORIAS POR LA RESTAURACION MATRIMONIAL

+ En el nombre del Padre, de Hijo y de Espiritu Santo.

un Padrenuestro,

una Ave Maria

el Credo

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra.

 

Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor,

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato

fue crucificado, muerto y sepultado,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre los muertos,

subió a los cielos

y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

 

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne

y la vida eterna.

Amén.

- En vez del Padrenuestro :  " Ahora Señor santisimo guarda siempre libre de profanacion este santuario , que hace poco fue purificado" 2  de macabeos 14,36

En vez de las Avemarías : "el Sacramento de mi matrimonio ya no va a ser mas profanado pues el Señor con su Sangre lo ha liberado"

Al final tres veces:

"Gracias Señor por haber salvado mi matrimonio"

  Los misterios están agrupados en cuatro:
        Gozosos
        (lunes y sábados)
        Luminosos
        (jueves)
        Dolorosos
        (martes y viernes)
        Gloriosos
        (miercoles y domingos)

SANTO ROSARIO DE LOS SEPARADOS/DIVORCIADOS

REHACER TU VIDA?? Carta abierta a una divorciada (Michel Martin-Prevel)

MISTERIOS GOZOSOS

1. ANUNCIACION: NO temas María, porque Dios te ha favorecido (Lc.1,30)            Señor, me acuerdo de la promesa de mi matrimonio, que era un verdadero matrimonio porque rebosaba sobre tu Promesa y sobre el compromiso que tomaste junto con nosotros. Más allá de las apariencias humanas, como María que se preguntaba que querría significar el anuncio del ángel, quiero acoger la locura de tu amor que va más allá de lo imposible de los hombres. Dame la confianza de María para andar en tus caminos que no son los nuestros. María supo comunicar a José las promesas del ángel. Dame, Señor las palabras ciertas para hablar con mi cónyuge y reducir esa fractura que apareció entre nosotros. Que el Espíritu Santo, que derramas en abundancia sobre todo ser, descienda sobre cada uno de nosotros.

2. VISITACION: En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña (Lc. 1,39)  Quisiera tener la misma prisa de María que corre a encontrarse con su prójimo. Señor, lléname de amor fraterno para con mi cónyuge que está todavía lejos. Inspírame los gestos de la caridad y de la ayuda mutua. Como María, no quiero pensar más en mi misma/o mientras me preparo para una nueva vida, sino darme a los demás. A través de lo que tú, Señor, hagas crecer en mi, creo que estas preparando encuentros verdaderos, para el momento que tu juzgues oportuno. Haz que vibre ya hoy por los frutos que se recogerán algún día.

3.    NACIMIENTO: María dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue (Lc. 2,7)            María está en el pesebre con su hijo en brazos. La corona de la madre es su hijo. Estoy en la misma situación de pobreza que María: indigencia material y efectiva. He conocido el mismo rechazo que ella en el albergue de Belén.            En mi situación de divorciada/o, ayúdame, María, como los pastores en su pobreza, a reconocer el don inestimable que Dios me ha hecho dándome a su hijo Jesús. Que el transfigure mi corazón, tan pobre como su pesebre, con la luz de Navidad. Como Jesús, el Príncipe de la Paz, que yo sea artífice de paz, transformando la amargura y el rencor en amor, ternura y misericordia. Que sea una buena madre/padre para los hijos que me has confiado.

4.    PRESENTACION: Y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos. (Lc. 2,35)            Como María, rezo en el templo, donde se encuentra la presencia del Señor, porque mi matrimonio ha sido bendecido por la Iglesia. Obedezco sus consejos para que la espada de dolor que atraviesa mi corazón sea fuente de fecundidad.            Que  encuentre el valor de la fidelidad a través de la cruz, presentándote, como lo hicieron María y José, a nuestros hijos y a mi cónyuge, que tomaste bajo tu protección.

5.    REENCUENTRO: Como no lo encontraron volvieron a Jerusalén en busca de él. (Lc. 2,45). José y María tuvieron que hacer la experiencia de perder al que les era tan querido y vivir esperando encontrar al que no reconocieron y que los transformaría. El que yo perdí, tengo que entregártelo, Señor, y abandonarlo a tu santa voluntad. Dame la gracia de recuperar a mi cónyuge, cada día, en medio del templo de tu corazón. Aliméntame con tus Escrituras, explícamelas para que me convierta en doctor del amor.

MISTERIOS DOLOROSOS

1.    GETSEMANI: Padre, todo te es posible: aleja de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya. (Mc. 14,36). Contigo, Jesús, apoyado por tu madre pero abandonado por todos, te ofrezco mi cruz, fuente de un amargo sufrimiento, pero que abandono completamente a la voluntad del Padre.            Siento la tentación de decir que todo termino, pero acepto tu fuerza en este momento de agonía en el que elijo la fidelidad. Bebiendo en esta copa de la traición de mi cónyuge, como tu bebiste de la de Judas, estoy segura de que tu amor por el me obtiene la gracia para perdonar y la esperanza de que, algún día, el pueda volver a ti.

2.    FLAGELACION: Pilatos mando entonces azotar a Jesús. (Jn. 19,1)            Ninguna parte de tu cuerpo se salvó del sufrimiento. Te entrego todas mis heridas, las de antes de nuestra separación, las de después. Las que llevo en todo mis ser.            Te ofrezco cada una de mis heridas, las superficiales y las profundas, para que ellas ya no me agoten sino que se unan a las tuyas y a las de tu cuerpo herido que es la Iglesia sufriente. Juzgado por los hombres te callaste y te sometiste a la ley que te llevaba a la muerte, prefiriendo así la ley del amor que es paciente y todo lo soporta.

3.    CORONACION: Los soldados tejieron una corona de espinas y se la pusieron sobre la cabeza. (Jn. 19,2). La corona estaba hecha para los esposos y colocada en sus cabezas el día del casamiento. Y esa corona se convirtió en corona de espinas Quiero encontrar, al lado de tu rostro apacible, el valor de llevarla y la paciencia en las humillaciones que continúan marcando mi rostro. Quiero descubrir la gracia de reinar misteriosamente, llevando esa corona, sobre el corazón de aquel que me hizo mal.

4.    CARGANDO LA CRUZ: Jesús, cargando sobre si la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado “del Cráneo”. (Jn. 19,17)            Jesús no pudo elegir el tipo de cruz que debía llevar pero acepto la que le dieron. También dijo que el yugo era suave.            Dame, Señor, varios “Simón de Cirene” y varias “Verónica”, amigos verdaderos que me ayuden a llevar mi cruz. Dame la gracia de no lamentarme más, como las mujeres de Jerusalén, por los males de nuestro tiempo, y de mantener la fe a lo largo de todo el camino.

5.    CRUCIFIXION: Uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida broto sangre y agua de la herida. (Jn. 19,34). Contemplo en Jesús muerto sobre el madero, el fin de mis ilusiones humanas. Como su cuerpo muerto pero no quebrado, así mi matrimonio está roto pero no destruido. Dame el valor de decir como tu: “Perdónalo, porque no sabe lo que hace”, y de responder a los insultos y al odio por el silencio y el amor.Con María, fuerte en su dolor, quiero permanecer de pie mientras el otro descansa. Así como ella recibe el cuerpo de Jesús en sus brazos, quiero guardar en mi corazón a mi cónyuge ausente y velar en la esperanza.

MISTERIOS GLORIOSOS

1.    RESURRECCION: Jesús le pregunto: “Mujer, porque lloras? A quien buscas? (Jn. 20,15). El sufrimiento y la muerte dieron nacimiento a la vida. La esperanza de María Magdalena que buscaba a un ausente en el jardinero, la condujo a encontrar a Jesús. Enséñame a no rehacer mi vida, sino a renacer a la tuya. Sal al encuentro de mi cónyuge en el sepulcro de su indiferencia y de su amargura y renueva mi gracia de bautizada para que sea testigo, como María Magdalena, de que de la muerte surge el amor; de la separación, la esperanza de la reconciliación.

2.    ASCENCION: Dicho esto, los apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo oculto de la vista de ellos. (Hech. 1,9. Lo que desapareció de mi vista no está perdido.  Porque Jesús subió al cielo, enséñame, María, a esperar la ayuda del cielo, ahí donde se encuentra mi felicidad futura Pero como fue dicho a los apóstoles, quiero vivir el cielo aquí abajo. Enséñame también a esperar “el todavía no” y a encontrar mi valor en el más allá.

3.    PENTECOSTES: Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. (Hech. 2,3) . El soplo del Espíritu cambio toda la vida de los apóstoles. No rehicieron sus vidas pero sus corazones se transformaron. Quiero recibir esa efusión del Espíritu para no seguir viviendo como antes. Quiero recibir los dones de fuerza, de consejo, de sabiduría y de inteligencia. Como María, quiero decirle sí al Espíritu Santo para que me cubra con su sombra.

4.    ASUNCION: que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. (Jn.12,26). Con María al pie de la cruz, acepte seguir a Jesús, con ella puedo conocer la alegría de la esperanza. En ella quiero volver a encontrar mi patria que es el cielo, porque mi eternidad ya comenzó. Como ella solo deseo servir y encontrarme con mi Salvador y llegar a casa del Padre en la reconciliación.

5.    CORONACION DE MARÍA: Ya que su ignominia fue doble de la cuenta y recibieron como parte vergüenza e insultos, ellos poseerán el doble en su tierra y gozarán de una alegría eterna. (Is. 61,7). La corona es la recompensa de los santos; es la marca de la elección de Dios que nos corona de amor y ternura.            Mi pobreza es la puerta del Reino y la dulzura me da derecho a la herencia. La pureza es el medio de ver a Dios. Como hija/o de Dios, puedo establecer su reino a mi alrededor practicando la paz. No es mi virtud la que me corona sino tu amor y tu misericordia.

LETANIAS

SALVE