10 PRINCIPIOS EN LA RESTAURACION MATRIMONIAL
1- No perder el horizonte y sentirse derrotado. No
te desesperes, no te angusties, no te salgas de control, no pierdas la
paz, no dejes que te invada la tristeza. No pierdas el horizonte, mantén
la lucha, y continúa el
de conversión y camina hacia la santidad. Pon tu Fe en Dios, créele a
Dios, cree en sus promesas, proclama su palabra. Recuerda que Dios te
ama, que eres su hijo amado y como no debemos sentirnos derrotados sino victoriosos!. Alaba a Dios con , recita una y otra vez sus Salmos.
2- No presionar, perseguir al cónyuge y mendigar amor. Los , las cartas de amor, tratar de hacer entrar en razón a tu cónyuge no funciona.
No reclames, no hagas reproches, no eches indirectas, no envíes
mensajes con terceros, no busques nada de tu cónyuge, no le persigas. esto le mostrara a tu cónyuge que eres egoísta, que estas pensando en cómo te sientes tú y que no te interesan sus sentimientos.
No le llores a tu cónyuge, no le
repitas una y otra vez cuanto lo amas, no le digas que lo extrañas, no
le demuestres que te estás muriendo de amor. Como hijo de Dios
no debes mendigar amor, mantente a pesar del dolor en tu puesto, con
dignidad y en oración. De aquí en adelante persigue a Dios y hazlo el
primero en tu .
3- Juzgar al cónyuge.
de los errores más comunes en el proceso de restauración matrimonial,
es responsabilizar totalmente a nuestro cónyuge de la crisis matrimonial
y/o separación. Recuerda que la responsabilidad del deterioro de tu
relación la tienen los dos, cada uno tiene una buena parte. Si tu
esposo(a) hizo esto o aquello grave en tu matrimonio, recuerda que tú se
lo permitiste y que igual cometiste otros errores también muy graves
para llegar al estado de deterioro en que te encuentras hoy. Antes de
juzgar a tu cónyuge, revisa primero qué aportaste negativamente en tu
matrimonio, mira primero tu pecado e inicia un proceso inmediato de
cambio y conversión. Recuerda que con la vara que midas a los demás con
esta misma serás medido.
4- Murmurar. En el proceso de restauración matrimonial, uno de los principios claves es el Silencio.
Trata de no hablar de tu problemática, nadie absolutamente nadie, puede
solucionarte los problemas y muy pocas personas realmente te van a
saber aconsejar y te van a entender. No hables mal de tu cónyuge con
nadie, no le critiques, no pienses mal de tu cónyuge. Pídele al Señor te
regale su silencio para que no te esclavices con tus mismas palabras.
Bendice a tu cónyuge y a su entorno con mucha frecuencia. tus dudas, pensamientos, quejas con el Señor, nadie mejor que él para que te guie en este camino.
5- Vive solo el presente.
El pasado ya no lo puedes modificar así que no tiene sentido volver
sobre él una y otra vez. El futuro te trae incertidumbre y no lo puedes
controlar. Vive el a día tal y como Dios te pone las cosas, y acepta su Santa Voluntad.
6- No Tener una relación superficial e Interesada con Dios. Durante
el tiempo de crisis matrimonial o separación, busca tu conversión,
busca tener una relación firme y fuerte con Dios. No pretendas manipular
sus decisiones, pues Dios desde su panorámica tiene una visión completa
de su obra y solo él sabe lo que mas te conviene. Deposita tu confianza
en Dios y aprende a esperar. No sabemos cuál será el resultado final de
tu problemática, pero sabemos que si abandonas tus dificultades y
sufrimientos en de Dios, te dará lo mejor para tu alma y para tu familia.
7- Orar y No esperar un cambio repentino en el cónyuge. El
deterioro en tu matrimonio tardo días, meses e incluso años en
evolucionar, ahora no puedes pretender un cambio repentino en tu
cónyuge. Dios necesita tiempo para obrar en el corazón de tu esposo(a).
Se paciente, humilde, obediente, y deja obrar al Todopoderoso. Te
aseguro ninguna oración se pierde, todas tendrán su fruto en el momento
indicado.
8- No Querer a cualquier costo tener de nuevo el cónyuge en casa. Para
nada es sano tener de vuelta el cónyuge en casa cuando te hace sufrir
con su comportamiento y cuando su corazón, sus pensamientos, y su ser
están aun fuera de casa. Recuerda que Dios tiene un plan y al tiempo que
te fortalece, sana tu corazón, te presta su perdón y te prepara para
recibir de vuelta a tu cónyuge, y al mismo tiempo ira trabajando el
corazón de tu esposo(a) e irá buscando el momento apropiado para que la
restauración matrimonial se dé de manera adecuada.
9- No tratar de restaurar nosotros mismos el matrimonio. Nosotros
por nuestros propios medios no podemos restaurar nuestro matrimonio.
Con nuestras propias fuerzas lo único que hacemos es equivocarnos una y
otra vez. En muchas ocasiones hemos experimentado que con nuestra
intervención, hemos echado todo a perder y hemos retrocedido en el
proceso. Pon toda tu confianza en el Señor, abandónate y abandona a tu
esposo(a) en manos de Dios y dedica tus esfuerzos en oración. Lo que
para nosotros es imposible para Dios es posible.
10- No desanimarse y abandonar la lucha. A
pesar de haber iniciado tu proceso de conversión y de haber orado sin
descanso por la restauración matrimonial, no ves resultados visibles en
este proceso, entonces te desanimas y abandonas la lucha.
Tu cónyuge hizo a un lado las promesas
matrimoniales, abandono el hogar, echo a perder los sueños e
ilusiones, se dejo envolver y enredar en su pecado, etc., ahora piensa,
si tú haces lo mismo, que puede ocurrir?.
Si has llegado a este portal, es porque
Dios quiere un poco de tu esfuerzo y sacrificio y te está pidiendo no
renunciar, te está pidiendo una cuota de entrega, de oración, te
está diciendo que quiere tu restauración matrimonial, pero que necesita
de tu paciencia, abandono, obediencia y persistencia.
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